CONOCER EL SINDROME DE RETT

Me llamo Carmen y tengo ocho años.
Mis padres os escriben por mí, porque yo no se escribir. Y no sé si sabré algún día.
Yo no puedo llamaros, porque no puedo hablar. Y no sé si lo haré algún día.
Yo no puedo ir con vosotros, porque no ando bien. Y no sé si lo haré algún día.
Pero yo tengo cerebro y memoria y os prometo pensar en vosotros y sonreiros si me prometéis ayudar a encontrar una solución a mi enfermedad
Asociación española del Síndrome de Rett


miércoles, 2 de mayo de 2012

LA BACTERIA E. COLI ABRE UNA NUEVA ESPERANZA EN LA CURACION DEL SINDROME DE RETT

   El pasado 16 de Abril publicó la revista "Sciencia e farmaci" un artículo sobre la Escherichia coli, conocida popularmente por E. Coli, una bacteria que piensan que puede jugar un papel muy importante en el síndrome de Rett. 
   Es un tipo de bacteria que vive en el intestino. La mayoría de las   E. coli son inofensivas. Sin embargo, algunos tipos pueden producir enfermedades y causa diarrea, y el   peor tipo de E. coli causa una diarrea hemorrágica y a veces puede causar insuficiencia renal y hasta la muerte, como recordareís que pasó el año pasado en Alemania.
  
   Investigadores del Departamento de Farmacología y el Departamento de Biología Celular y Neurociencia del Instituto de Salud en Italia, según ha anunciado  la revista científica PLoS ONE (escrito y publicado y distribuido por el Public Library of Science), descubrieron que una  de muchas toxinas que se desarrollan a partir de la bacteria E. coli, en particular la toxina clasificada como CnF1, podría actuar sobre la plasticidad del sistema nervioso y reducir los síntomas de la enfermedad, al ser capaz de reactivar el crecimiento de las neuronas y la formación de sinapsis (unión entre dos neuronas o entre una neurona y una célula, donde se lleva a cabo la transmisión del impulso nervioso), sería pues  teóricamente capaz de regenerar.

    Los científicos italianos, en las numerosas pruebas que han realizado en los laboratorios del Instituto de Salud, han destacado una recuperación de la actividad neuronal en el tejido cerebral tras la introducción de la toxina CnF1. La toxina es capaz de combatir las alteraciones en el nivel de astrocitos, que una vez expuestos a esta toxina estimulan el crecimiento de las células gliales.

   Con estos resultados se abre la posibilidad de una aplicación terapeútica de la toxina CnF1 en el síndrome de Rett, así como en otras enfermedades con déficit cognitivo y motor.

   El siguiente paso una vez producida la síntesis de la CnF1 en los laboratorios,  será ya un ensayo clínico en humanos. Para ello, como sabemos, necesitamos fondos, así que seguiremos trabajando para conseguirlos, tenemos otra vía abierta a la curación con este nuevo estudio. Aumentan las esperanzas.

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